RESILIENCIA, EL NOMBRE DEL JUEGO
Se define como resiliencia a la capacidad para adaptarse positivamente a las situaciones adversas, evidentemente este es un concepto que aplica tanto para las personas como para las empresas, sobre todo en estos tiempos en los que sin duda se está poniendo a prueba la capacidad de adaptación de todos.
La vida nos pone retos a lo largo del tiempo, y las personas tenemos la capacidad de resolverlos y además aprender de ellos en un número casi ilimitado de oportunidades, pero esta situación no es la misma en la vida empresarial. Cuando se trata de un ente con un sinfín de procesos, capital humano, bienes materiales, conceptos propios, y una gran cantidad de elementos que hacen de la adaptación un proceso complicado. Gracias también a la vida, tenemos valiosos referentes que a través de la historia nos han enseñado cómo actuar ante situaciones adversas, demostrando que la grandeza radica en la capacidad evolutiva como la de LEGO.
Sí, esas pequeñas piezas que unidas sirven para formar grandes castillos, naves e incluso robots con movimiento, es un gran ejemplo del concepto de resiliencia. La empresa de origen Danesa tiene sus inicios en la década de los 20´s , pero era bastante diferente a lo que sabemos de ella hoy. Ole Kirk Kristiansen, su fundador, tenía un taller de carpintería que en un principio manufacturaba muebles para casa, en 1930 amplió su oferta con juguetes del mismo material, y para 1934 solo dedicó sus esfuerzos a la realización de estos últimos, ahí es cuando nace la marca LEGO. El nombre se crea de la conjunción de dos palabras del idioma danés “leg godt” que significa juega bien.
La Segunda Guerra Mundial significó para LEGO su primer gran despunte en ventas, ya que el metal era exclusivo para producción de armamento. Esta buena racha terminó con la rendición de Hitler y el incendio de la fábrica de LEGO. La cuestión, levantarse para seguir o quedarse para cerrar.
La tecnología de inyección de plástico significó la vuelta al ruedo y el rumbo definitivo para la compañía; creando primero el “ladrillo de unión automática” y diez años después el “ladrillo con agarre”, haciendo real cada idea en la mente de un niño, o persona con la inquietud creativa necesaria para hacer firmes estructuras sin usar más que LEGOS.
Para finales de los 60´s LEGO ya contaba con presencia en más de 42 países además de abrir las puertas de su primer parque temático LEGOLAND, del cual en la actualidad ya existen 8 ubicaciones; Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Malasia, Japón, Dubai y dos en Estados Unidos, además de estar a punto de abrir su noveno parque en Nueva York el cual se espera para el próximo año, esto lo pone como la segunda cadena más grande de parques temáticos solo por detrás de Disneylandia.
Pero evidentemente la historia de cambios, adaptaciones, mejoras y retos no acaba ahí, para 1980 la patente de los “ladrillos con agarre” se libera, lo que permite a cualquier empresa producirlos sin necesidad de permiso ni pago de regalías, esto hace que la competencia para LEGO se volviera variada y abundante, surgen marcas como Megablock, Ban Bao, Tyco, Best Lock entre otras. En México los que ya rebasamos los 40 años seguramente recordamos la marca Exim que era una empresa española que llegó a México trayendo la imitación de los LEGO.
Esto en conjunto con la aparición de la industria de los videojuegos, trajo como consecuencia que LEGO fuera perdiendo mercado poco a poco y por lo tanto ganancias. Por un lado, había marcas que ofrecían lo “mismo” a un precio menor y por otro, las necesidades del mercado habían cambiado (como todo en la vida) y la competencia se había vuelto más retadora. Ante la necesidad de acción, la empresa lanza LEGO TECNIC que permitía armar estructuras con movimiento gracias a una programación básica, pero en ese momento la idea no tuvo el éxito esperado.
Para 1998 y por primera vez en la historia de la empresa se tuvo un año de pérdidas, lo cual trajo como consecuencia despidos masivos y cambios en la estructura directiva de la compañía, de nuevo LEGO tendría que adaptarse a las nuevas épocas o pasar a la historia como un juguete de culto y/o colección como hoy hay muchos, pero para las estructuras que saben adaptarse no hay crisis que los pueda tirar. La marca apostó por unirse con fenómenos exitosos (Star Wars y Harry Potter) y gracias a estas licencias logró mantenerse a flote.
En el afán de buscar reinventarse, LEGO tuvo grandes fracasos en productos que lanzó, líneas de juguetes LEGO sin éxito, patrocinios de programas de TV que no funcionaron, hasta juguetes electrónicos para bebés y una larga lista de fracasos que seguían nublando el panorama, sin embargo, un nuevo cambio en la estructura de la empresa hizo que lograran salir de los tiempos difíciles y comenzaran una nueva escalada al éxito.
Con el nuevo milenio vino el primer golpe acertado con la línea llamada LEGO Bionicle la cual fue tan bien recibida y exitosa que de la misma se hicieron libros, videojuegos y cómics, posteriormente vino LEGO City que no era otra cosa que regresar a las bases de lo que hizo exitosa a la empresa con el relanzamiento de sets para armar ciudades completas, en 2011 lanzan Ninjago y consigue hasta hacer películas, programas y videojuegos. Pero lo interesante es cuando se crece desde adentro, cuando los principios mutan en busca de amplitud, y se hallan caminos que vale la pena explorar, como LEGO Friends, una línea exclusiva para niñas con los mismos alcances comerciales que cualquiera de sus desarrollos anteriores. Otra de sus líneas es LEGO architecture que son reproducciones de ciudades como Nueva York o Inglaterra y LEGO Mindstorms que es una línea de robótica para niños que posee elementos básicos de las teorías robóticas, es decir, que retomaron LEGO TECNIC y adaptaron la idea a la tecnología del ahora.
LEGO es una empresa que para 2018 tuvo ganancias por 4.87 miles de millones de euros, este es el resultado de una empresa que ha aprendido a adaptarse a las épocas y sus respectivos cambios sociales, pero que ha estado dispuesta a vivir fracasos para conocer el éxito. Desde mi punto de vista, todas las empresas debemos tomar la responsabilidad de evolución, de adaptación al cambio y con ello el miedo al fracaso. Ya lo dijo Winston Churchill “Éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”… en dos palabras es ser resiliente.
Marco Robles,
Dirección de Operaciones.