BLACK LIVES MATTERS
Hoy quiero dejar a un lado los datos que tienen que ver con ganancias monetarias o ideas/inventos que hayan revolucionado una industria, en lugar de ello en esta entrada quisiera tocar un tema que parece ser tan antiguo como la humanidad misma, que incluso llega un punto en el que pensamos haberlo superado o mejorado como sociedad, pero un hecho súbito ocurre para recordarnos que sigue presente y que lastimosamente nunca podría extinguirse… el racismo, en específico hacia las personas de color.
En semanas pasadas el asesinato de George Floyd a manos de un elemento de la Policía de Minnesota nos hizo recordar algo sumamente similar que ya se había vivido igualmente en la unión americana, cuando en el año de 1991 cuatro agentes de la policía de Los Angeles le propinaron una golpiza a Rodney King, el cual se había negado a detenerse cuando conducía a exceso de velocidad; en aquel entonces no era tan fácil perpetuar en vídeo este tipo de incidentes; sin embargo, el caso se dio a conocer gracias a alguien que grabó por medio de una videocámara la golpiza propinada a King, a diferencia de Floyd, Rodney King no murió, y los policías culpables fueron absueltos. Se generó una serie de protestas en Los Angeles que mantuvo a la ciudad en auténtico estado de sitio por varios días… pareciera que la historia es cíclica cuando se trata de este tema.
Parece incomprensible seguir viviendo este tipo de actos en nuestros días cuando desde nuestra posición individual pudiéramos pensar que el tema de segregación racial ya está superado del todo. Es difícil encontrar hoy en día alguna actividad deportiva en donde las personas de color no tengan participación activa, y que además destaquen entre los demás colores. Resulta doloroso imaginar lo complicado que han sido todos los tiempos para las diversas generaciones de afroamericanos que desde siempre han luchado por sus derechos. Uno de los hombres que logró derribar barreras y que actualmente es un icono de la igualdad entre razas, fue un gran deportista llamado Jack Roosevelt Robinson, mejor conocido en el mundo del béisbol como Jackie Robinson.
Nieto de un esclavo y el hijo más pequeño de un campesino, nacido en Georgia en el año de 1919, cuando la separación de razas era toda una realidad en Estados Unidos y el éxito era un destino solo para blancos; Jackie desde pequeño demostró su habilidad deportiva, en especial para el béisbol. Para entonces las Grandes Ligas ya existían pero estaban destinadas solo para personas de piel blanca, para los afroamericanos como Jackie existía la Negro League, en esta liga Robinson jugaba para los Kansas City Monarchs, equipo del cual era la estrella absoluta.
Su enorme capacidad para jugar a la pelota hizo que el visionario dueño de los Dodgers Brooklyn (hoy de Los Angeles) Branch Rickey y con la anuencia del comisionado de aquella época Happy Chandler, lo llevaran hacer el primer jugador de color en participar en las grandes ligas de béisbol. Lo que más le llamó la atención a Rickey era la capacidad de resiliencia que tenía Robinson ya que de antemano estaba consciente que el pelotero no sería bien recibido por gran parte de la afición y de los propios beisbolistas de la liga. En efecto, durante su estancia, Jackie tuvo que soportar gritos racistas de la tribuna, agresiones arteras de compañeros, rivales, y hasta amenazas de muerte para él y su familia.
Pero el espíritu de Jackie era fuerte y supo sobreponerse a las adversidades y aunque las agresiones nunca cesaron del todo, sí logró ganarse el respeto y admiración de una buena parte del público y de sus compañeros de profesión; logrando derrumbar la segregación racial que existía en el béisbol, pues después de él se comenzaron a integrar varios peloteros de color a las grandes ligas, hoy en día simplemente es imposible imaginar al béisbol sin jugadores afroamericanos en él.
El legado de Robinson es tan grande que todos los equipos de la MLB (Major League Baseball) tienen retirado el número 42 de sus uniformes (este número es con el que Jackie jugaba) y desde el 15 de abril del 2014 se celebra el “Jackie Robinson Day” celebración en la que todos los equipos de la liga brincan al terreno de juego con el ya mítico número 42 en homenaje al que fuera el primer afroamericano en derribar la barrera del color en el béisbol.