Más sabe el oso por viejo, que por tierno
Hablar del Osito Bimbo es hablar de una de las mascotas más representativas dentro de la cultura popular mexicana en el rubro alimenticio, y a este osito hoy solo le puedo aplaudir y aplaudir y aplaudir y aplaudir.
Aquellos que nos dedicamos al diseño gráfico sabemos lo importante que es dentro de la construcción de una marca, todos sus esfuerzos tanto publicitarios como de diseño de envase y storytelling.
Así, desde los años 40´s hacía su aparición un personaje con un nombre derivado de las palabras “Bingo” y “Bambi”, y que empataría perfectamente con la manera italiana de decirle a los niños “bimbos”, para volverse a nivel mundial el “embajador” de un concepto de familia, de alimentar y servir cálidamente en la mesa.
Hemos compartido mesa con él, hemos visto evolucionar su rostro, su bolsa, su logo, su mensaje… siempre buscando ser parte de la familia mexicana.
Este simpático y adorable embajador de marca, ha evolucionado poco a poco y de manera constante para adecuarse a las necesidades de su entorno desde la idea de Lorenzo Servitje, junto a Jaime Jorba, Jaime Sendra, José T. Mata, Alfonso Velasco y Roberto Servitje, cuando tuvieron la visión de ser el principal referente de las panificadoras en México a través de la producción y distribución de productos frescos, novedosos y nutritivos.
En cuanto la imagen del osito Bimbo que hasta hoy conocemos, nació de una tarjeta navideña a la que únicamente le agregaron un gorrito, delantal, pan de caja bajo el brazo y le arreglaron la nariz. Sin imaginar que con el paso del tiempo, quedaría grabada por generaciones en nuestra memoria.
Sabemos que el gobierno ha dictado eliminar todo personaje de las marcas de alimentos, bajo el supuesto de mejorar la nutrición de la población. Hoy, los que nos hemos visto envueltos en el ajuste, rediseño y reproducción de nuevos empaques de producto para ajustarlos a esta salida de la llamada Norma Oficial Mexicana 051-SCFI/SSA1-2010, mejor conocida como la NOM-051 hemos podido presenciar algo que solamente puede catalogarse como “brillante” ante mencionada norma. Este simpático oso nos muestra que también tiene inteligencia y carácter:
Notando que detrás de cualquier producto puede haber una gran estrategia, se leyó detenidamente que se prohíbe únicamente la presencia de “Embajadores de marca” en los productos de consumo, háblese de los denominados como “poco nutritivos”.
Y así es que ahora inteligentemente “Bimbo” hizo su aparición, no directamente en el producto alimenticio, sino en el elemento que envuelve dicho alimento (como el pan Bimbo). Así que ahora podremos encontrar al oso impreso en las servilletas “Pétalo”, marca de artículos de limpieza de la misma familia que es dueña de los panes.
“Hotkis”, otro producto del Osito, igualmente modificó su empaque, para actualmente ser transparente y permitir apreciar el grabado del osito directamente en el alimento.
Así, se refleja el diseño gráfico en una sociedad cambiante, donde a veces, se necesita más creatividad que reglas para hacerse notar. El Osito Bimbo, “con el cariño de Siempre” y más de 76 años de experiencia en marketing estratégico y social, encontró la forma de seguir vigente en el mercado.
Aplausos, Osito Bimbo.
Eduardo Rodríguez,
Dirección Creativa.